IGORs

lunes, 16 de febrero de 2009

La Expedición -1-


EDIT el 2 de Abril del 2010: Esta es la versión "antigua" recientemente he reescrito esta parte y estoy pendiente de terminarlo, lo subiré una vez terminado y corregido.
Atentamente: Lobo

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La Expedición, Entrada 1

Seguro que alguien se pregunta porque escribo esto ahora, tras tantos años… suponiendo que alguien llegue a leerlo por supuesto, la respuesta es fácil, tras todo este tiempo de angustia y sufrimiento no me quedan fuerzas, ni siquiera la vida sosegada que he mantenido después me ha servido de nada, nadie creyó la información que traje y me convertí en el hazmerreir de los círculos ilustrados, las pesadillas me acosan noche tras noche y finalmente ya sé que tengo que hacer, y el primer paso es escribir al pie de la letra todo aquello que sucedió.

Todo empezó hace unos doce años, era historiador, había alcanzado cierta reputada fama con un estudio sobre las culturas antiguas del norte europeo especializándome en las culturas celta y escandinava, y en el año 1852 entre a formar parte del museo de historia de Londres a mis veintidós años, siempre fui un tipo tranquilo poco aventurero, y esa vida sosegada y monótona no era absolutamente ningún problema para mí.

Tras cinco años de leal servicio un día el jefe del museo reclamo con urgencia mi presencia en su despacho, al llegar allí me encontré a un hombre bien vestido y con un monóculo en su ojo derecho, se notaba mayor aunque de regio porte, tenía unos gruesos bigotes que se unían a las patillas muy a la moda entre los nobles y caballeros del norte de Europa, rondaría el metro setenta y aunque no muy ancho se le notaba fuerte y duro, tenía un rostros surcado por las marcas que dejan las inclemencias en el rostro de los viajeros, junto a él había un enorme hombretón que debía rondar una edad más o menos similar, de al menos metro noventa, muy ancho de espaldas y con una gruesa musculatura, tenía una prominente barba pero una total calvicie en la cabeza su barba era negra con vetas blancas provocadas por ya no pocas canas, al contrario que el hombre del bigotón este no iba bien vestido parecía el típico obrero que coge lo primero que pilla a mano en el armario, camisa a medio abrochar, pantalones beis normales, nada a destacar. Pero quizás lo que más me inquieto de la escena era la mirada de circunstancias que tenía el director del museo.

- Albert- dijo dirigiéndose a mi- Este es el duque Schulder, un ilustre noble alemán e importante contribuyente a nuestro museo- El hombre de los bigotes me dedico un leve saludo con la cabeza, al ver que nadie tenía intención de presentarme al gigante que le acompañaba deduje que se trataría de algún tipo de guardaespaldas o sirviente- El duque me ha pedido amablemente que le ponga en contacto con nuestro mayor entendido en culturas antiguas de la zona irlandesa, sobre todo estaba interesado en el periodo céltico y anterior- Esto me dejo algo impactado.

-Con todos mis respetos, del periodo pre céltico en la zona irlandesa no se tiene prácticamente ninguna afirmación mas allá de las obviamente inexactas leyendas celtas- Nadie dijo nada- Si asumimos que los formorianos son un mito como es obvio, los celtas fueron la primera cultura en colonizar la isla exceptuando a pequeñas tribus prehistóricas de la edad de bronce y periodos anteriores- Todo esto lo dije desde la absoluta seguridad de saberme una de las mayores autoridades en dicho tema.

-Ciertamente buscamos a alguien como usted para que nos ayude en un pequeño proyecto personal- La voz del duque era potente y con un fuerte acento alemán y quizás ligeramente ruso pues arrastraba considerablemente las erres.

-¿Qué tipo de proyecto?- me apresure a preguntar

- Una expedición- Lo dijo de manera tajante y se cayó, espere un poco por si decía algo más, pero nadie hizo el menor amago por hablar.

-¿Qué tipo de expedición y a donde?- Mi pregunta tardo unos instantes en ser contestada.

-Al norte- Concluyo tajante el noble

Ese estilo de información, a cuentagotas, era bastante desquiciante, a fin de cuentas venían a pedir mi ayuda.

-Sin más información no pienso moverme de mi cómodo lugar de trabajo- mi aseveración sonó bastante segura, pero lo cierto es que ardía en curiosidad.

-Mucho me temo que la situación es más complicada mi amable amigo británico- El rostro del noble germano seguía impasible- Soy de los mayores contribuyentes de este museo, y tengo cierto poder sobre las decisiones administrativas que se tomen aquí, como por ejemplo que le expulsen de su puesto de trabajo si se niega a acompañarnos- Su voz permaneció fría e impasible en todo momento.

No podía creerme eso, esa afirmación me dejo el alma por los suelos, hice alarde de toda mi flema británica manteniendo el rostro impasible pero por dentro sentía como si una bola de hielo se hubiese acomodado en mi estomago.

-¿Es eso cierto Louis?- Mientras dirigía esta pregunta al director no pude evitar un leve tartamudeo.

-Por desgracia si, así es. El rostro apesumbrado del director no calmaba mi mal humor interno

-¿Al menos puedo saber a dónde nos dirigimos y con qué motivo?- pregunte inquisitivo al duque.

-Siento defraudarle pero no, se trata de una misión personal y no puedo permitir que nadie se me adelante ni que salga información más allá de los integrantes de la expedición, si está interesado en formar parte de este descubrimiento y seguir cobrando sueldo le recomiendo que se reúna conmigo en el apartamento que tengo alquilado a las doce de esta noche, aquí tiene la dirección- Según terminaba de hablar extendió hacia mi una tarjeta con una dirección- Ahora si me disculpan he de visitar a unas cuantas personas más, buen día señores- Dicho esto salió por la puerta seguido de cerca por el gigantón que le acompañaba, y yo me quede allí, derrumbado por dentro y con esa tarjeta en la mano.

El Lobo, entrada 4


ENTRADA 4


La humedad le calaba hasta los huesos, llevaba alrededor de doce horas apostado en ese pantano, inmóvil, atento al paso del enemigo, oía a lo lejos el ruido de los disparos, las explosiones y, cada vez mas cerca…

Lobo se despertó sobresaltado, solo había sido un sueño… salvo los tiros, estaba seguro de haber oído disparos, un breve vistazo a su alrededor le recordó donde estaba, y el ver a bardo con el pelo erizado y un leve gruñido escapando de el le convenció de que el sonido de disparos no había sido soñado. Poso una mano sobre la cabeza del perro y este se silencio al instante, se levanto lentamente y sin hacer ningún ruido apoyo la cabeza contra la puerta y aguzo el oído… y oyó el arrastrar de una mesa, posiblemente la que había colocado tapando la entrada.

-¡Tomás, manda a la cría no valla a haber bichos de esos!- la voz debía de ser de una mujer, de mediana edad, y por el deje no parecía una señorita, acto seguido oyó levemente la voz de un hombre, una replica por parte de una voz mas débil, que no llego a distinguir bien, y acto seguido una bofetada tan sonora que la escucho perfectamente.
Estaba claro que esos tipos no eran muy buenos con eso de la sutileza, así pues debían de ir preparados, posiblemente bien armados.

Lobo se aparto lentamente de la puerta, fue hasta la ventana y abrió las contraventanas muy despacio, sin hacer el menor ruido, esa ventana daba a la fachada contraria a la entrada, lo que le vendría bien, ya que posiblemente esa gente no hubiese asegurado el perímetro, de hecho por lo que el sabia hasta el momento eran tres personas, deslizo su cuerpo a través de la ventana, llegando al tejado de pizarra, con cuidado fue bordeándolo, hasta llegar al extremo derecho de la casa, se agacho y observo con cuidado, enfrente de la casa había una ranchera roja, cubierta de barro y muy usada, apoyada contra ella estaba una señora de mediana edad, mal arreglada y con cara de pocos amigos, posiblemente fue a la persona que oyó hablar antes, del hombre y la supuesta muchacha no había rastro, posiblemente hubiesen entrado en la casa.

Tras ver la situación retrocedió lentamente, se dirigió a la ventana de la habitación contigua a la suya y se apoyo al lado de ella en el tejado, escucho como se abría la puerta de la habitación y entraba alguien a mirar, y al poco salio de nuevo al pasillo, sigiloso Lobo se asomo levemente por la ventana y tras cerciorarse de que no había nadie entro, oyó como abrían otra puerta, supuso que la de enfrente a la que había usado para descansar esa noche, se aproximo a la puerta que daba al pasillo, mientras el misterioso visitante inspeccionaba, sin hacer ruido Lobo entorno ligeramente la puerta, se maldijo a si mismo por haberse olvidado del abrigo, ya que allí tenia su pequeño espejo de mano, confiando en sus reflejos abrió silenciosamente la puerta y se asomo al pasillo, se aproximo despacio a la puerta en la que había entrado el visitante, se apoyo en la pared y espero pacientemente, escuchando como se movía de un lado a otro, hasta que finalmente oyó sus pasos aproximarse a la puerta, según salio sin que el intruso pudiese reaccionar le tapo la boca con una mano y con la otra le retorció el brazo detrás de la espalda, dejándolo completamente inmovilizado, la figura se revolvió un poco, pero Lobo ni se inmuto, se trataba de una muchacha, joven, y bastante flaca, demasiado de hecho, era mas bien baja, dos cabezas mas pequeña que Lobo. Iba vestida de manera bastante llamativa, pantalones militares, camiseta holgada, botas negras de buen tamaño, correa de pinchos al cuello y otra similar en la muñeca, los lados de la cabeza rapados y en el resto melena, se notaba a la legua que era punk. La muchacha tenía ímpetu, le mordió la mano a su agresor mientras le propinaba talonazos en las espinillas, pero Lobo se limito a retorcerle más el brazo hasta que paro, y acto seguido en silencio la metió en la habitación de la que acababa de salir ella.

-Chica-susurro Lobo- en principio no tengo intención de hacerte daño, pero si gritas o me atacas te matare-la voz tenia un tono frío y serio que hizo estremecerse a la chica- ahora te voy a soltar, no quiero ni un grito, ni un gesto brusco ¿entendido?- la muchacha asintió levemente.

martes, 10 de febrero de 2009

El Lobo, entrada 3


ENTRADA 3

Un leve goteo… el cuerpo putrefacto estaba apoyado de costado sobre la mesa, una lengua necrosada de un color negro enfermizo colgaba de sus mandíbulas desencajadas y carentes de labios, los ojos en blanco… y pese a todo ello de repente se puso en movimiento, de modo brusco y rápido, aunque no ágil, se alzo lentamente, tambaleándose, al igual que el otro cadáver con el que compartía estancia, algo había golpeado la puerta, otro golpe la abrió finalmente, los cuerpos ya estaban en movimiento, se giraron bruscamente al ver entrar algo, raudo y gris, casi como un ente corrió al otro lado de la habitación gruñendo y de repente todo oscuridad…

Lobo saco de un tirón el machete de la cabeza de aquel cadáver repulsivo, Bardo había hecho bien su trabajo, entro de manera repentina, gruñendo y atrayendo la atención de los podridos, eso le permitía ahorrar balas, de un golpe horizontal hundió el filo del machete hasta la mitad del cráneo de aquel cadáver de mujer, y con eso quedaba limpia la ultima habitación de la casa, mientras limpiaba el machete con el mantel de la mesa dedico unos segundos a mirar el lugar, era una habitación pequeña, una sala de estar, sin camas, solo un armario para cubertería, una mesa y una hamaca, la verdad es que salvo por el hedor a descomposición y algún trozo de sus ocupantes aquí y allá se encontraba en buen estado la habitación, los cadáveres eran un hombre de unos cincuenta y largos supuso Lobo, por la constitución debía de ser un tipo fuerte aunque poco atlético, la mujer probablemente seria su esposa, posiblemente se refugiaron aquí cuando todo empezó, pero alguno de los dos había sido mordido o se había infectado de algún otro modo sin darse cuenta….

Resulto fácil limpiar aquel caserón, las enormes puertas de estilo antiguo mas las gruesas paredes de piedra provocaban que los sonidos quedasen atenuados, le fue fácil rematar a los cinco ocupantes restantes de la casa, además los muros y las puertas unidos a las rejas de metal de la planta baja habían provocado que entrasen pocos, un total de siete podridos en un caserón así no era mala media, claro que el estaba entrenado y preparado para matar, un civil en la misma situación podría haberlo pasado muy mal.

Un rápido vistazo por la ventana le recordó que no tenia mucho tiempo que perder, apenas perduraban los últimos rallos de sol en el horizonte, rápidamente pero atento a todo bajo las escaleras hasta la entrada de la casa, la había dejado solo cerrada con el picaporte por si necesitaba salir a la carrera, pero ahora que la casa estaba asegurada se acerco a un enorme banco de madera maciza, y con mucho esfuerzo y un par de traspiés lo coloco contra la puerta, harían falta muchos podridos para mover eso, y de un modo u otro armarían un gran escándalo antes de conseguir desplazar aquel enorme mueble, por ultimo deposito su bolsa de viaje en el suelo y saco de ella una potente linterna, ahora que se había asegurado de que todo estaba seguro podía tomarse su tiempo en revisar aquel alijo.

Durante su búsqueda de posibles problemas había localizado la despensa, y por lo visto se habían preparado a conciencia ante cualquier imprevisto, hacia meses que no encontraba semejante cantidad de envases y conservas, anchoas, sardinas, fabada, lentejas… por primera vez en mucho tiempo pudo elegir, fue clasificando por valor nutricional y gusto las mejores latas y las fue echando a la bolsa, además estaba lo otro… cuando lo encontró se sintió como un puñetero crió en navidad… ¡un hornillo eléctrico! Al principio de toda esa mierda él tenía uno, pero se le había estropeado hace ya mucho tiempo, las hogueras eran más difíciles de hacer, menos sutiles e incluso más peligrosas, con ese hornillo podría calentar comida sin llamar demasiado la atención ni tener que reunir leña, al menos hasta que se acabase el gas.


Se recostó a gusto en el sillón, esa habitación estaba intacta cuando reviso la casa, no parecía que hubiese entrado nada ni nadie desde que el sitio fue asaltado por los muertos, allí casi ni se olía el hedor a muerto, estaba al final del pasillo del segundo piso, y la ventana no tenia barrotes, ideal, el punto mas seguro de la casa, con vía de escape alternativa y limpio, se sentía de suerte, la habitación debía de ser para inquilinos, tenia dos camas y dos sillones, una mesa de buen tamaño pegada a la pared, chimenea, un armario empotrado en la pared contraria a la mesa, un cuadro en blanco y negro de una señora mayor que parecía sacada de un relato de lovecraft encima de una cama y un crucifijo encima de la otra, la puerta era de buena y gruesa madera, con cerrojo, lo echo y puso la mesa contra la puerta, el sillón era cómodo, las camas estaban hechas, parecía que no había inquilinos en esa habitación cuando aquello sucedió.

Para celebrar aquel triunfo decidió concederse un capricho, los muertos acudían a la luz, pero el humo no les llamaba tanto la atención y menos de noche, así pues cerro las contraventanas y encendió la chimenea con la madera que había al lado, cogió un cazo y de una de las garrafas de agua que había subido de la despensa lo lleno, y saco los macarrones, se le hacia la boca agua solo de pensarlo, al fin una comida medianamente decente, hecho algo de sal y una hoja de laurel y espero a que hirviese, una vez empezó a hervir hecho la pasta, oyó un leve gañido a su lado, giro la cabeza y vio a su perro relamiéndose, se había agenciado una de las camas para el, su mirada estaba absorta en el cazo, Lobo se permitió una leve carcajada ante ese espectáculo.
-No te impacientes perraco, hay para los dos- dicho esto le acaricio, pero como respuesta solo recibió otro gañido y un sonoro ruido de las tripas de ambos- Vale, evidentemente yo también tengo hambre-


Al fin, ambos tenían el estomago lleno, se habían tomado un kilo de macarrones con tomate cada uno. Se estaba bien, el estomago lleno, calor, varias garrafas de agua que no podría llevarse con el, así pues podían saciarse de agua tanto como quisiesen, para Bardo había dejado una fuente para ensaladas llena de agua a un lado de la habitación. Poco a poco el crepitar del fuego empezó a provocarle cierto espesor, miro a su lado y vio a su perro dormido placidamente, bueno, la casa era bastante segura, y si entraban intrusos se enterarían, no había nada de malo en tomarse un merecido descanso después de tanto sobresalto, sobre la mesilla que se había colocado al lado del sillón deposito su pistola, y tras un profundo trago de agua se recostó en aquel cómodo sillón, empleando el otro como reposa pies, y poco a poco empezó a quedarse dormido, y callo en el sueño mas placido que había podido tener en meses.

sábado, 7 de febrero de 2009

Fallout 3


Algunos de nosotros ya jugamos hace 11 años a un jueguecillo apra pc llamado fallout que revoluciono los juegos de rol pra pc, era un juego con total libertad de acción, podías ser un criminal, un santo o mantenerte neutral, dedicarte a explorar o a comerciar... pero bueno creo que estoy adelantándome.

La trama se basa en que durante la guerra fría la paranoia nuclear se mantuvo, el aspecto social y de entretenimiento se quedaron estancados en una estética años 50, pero la tecnología y armamento avanzaron a pasos agigantados hasta que en el... 2021 creo, sucedió lo que todos temían, la guerra estallo y el mundo quedo arrasado, unos pocos afortunados sobrevivieron, la mayoría de ellos en los refugios de vaul tec, tanto en el 1 como en el 3 tu eres uno de los habitantes de un refugio (el 13 en el 1 y el 101 en el 3)que por ciertas razones has de salir al mundo exterior dos siglos después de la guerra que arraso el planeta.

Ahí en el uno tenias que ir explorando y actuando, era un juego en dos dimensiones en perspectiva isométrica y un manejo en 3ª persona que mucho recordaran de otro juegos como el baldur's gate o ice wind dale, no obstante al combatir se combatía por turnos.
El tres ha superado a su antecesor, ha metido un factor shooter, ya que manejas a tu personaje igual que en juegos como doom, no obstante el factor rol sigue ahí, por muy bien que se te de apuntar cuanto mas habilidad en armas tengas menos balas se te perderán desviadas. Luego existe el sistema VATS que para la acción y con tu número de puntos de acción decides donde y a quien quieres disparar (te indica el % de acierto) y acto seguido hay una animación en bullet time donde ves lo que sucede y a continuación la acción retoma el ritmo habitual.

Pero el sistema rol no termina en que las balas vayan más o menos acertadas y él % de VATS dependiendo de tu nivel en armas, ni mucho menos.

Intentare seguir un orden coherente para exponerlo.

Un personaje tiene atributos que son los siguientes:

Fuerza: Fuerza bruta. Afecta directamente a la carga que puedes llevar encima y a la efectividad de los ataques cuerpo a cuerpo

Percepción: Afecta a tus habilidades de explosivos, Ganzúa y armas de energía, además de este atributo depende la distancia a la que se da cuenta el personaje de las amenazas hostiles.

Resistencia: Afecta a tu salud, tu resistencia al medio ambiente, y tus habilidades en armas grandes y desarmado.

Carisma: Influye en las habilidades trueque y conversación

Inteligencia: De este atributo dependen las habilidades Ciencia, reparación y medicina, además afecta a los puntos de habilidad que puedes repartir cada nivel.

Agilidad: Afecta a Armas pequeñas y sigilo, tambien indica el nº de puntos de acción para usar el VATS.

Suerte: aumenta ligeramente todas tus habilidades y afecta a tu suerte con las armas.
Esos son los atributos principales y sus campos de acción, ahora pasemos a las distintas

Habilidades y sus funciones:

Trueque: durante el juego encontraras numerosas personas dispuestas a comerciar, esta habilidad indica tu habilidad como regateador y de ella dependerá el precio al que compres o vendas los distintos objetos.

Armas Grandes: Afecta a la precisión de las armas pesadas como ametralladoras o lanza misiles, si la tienes baja tus disparos serán menos precisos y menos % tendrás en VATS.

Armas de energía: igual que armas grandes pero con armas que empleen energía como munición.

Explosivos: indica tu efectividad a la hora de usar y desmantelar explosivos, ya sean granadas minas o incluso una bomba atómica sin detonar.

Ganzúa: indica que puertas puedes intentar abrir y como de difícil será el "mini juego" de ganzúa (en el cual se ve la cerradura y has de trastearla tu mismo).

Medicina: indica la efectividad que tendrán en ti los distintos medicamentos ya que sabrás aplicarlos con mayor maestría.

Armas de combate cuerpo a cuerpo: igual que el resto de habilidades con armas pero con las armas de cuerpo a cuerpo como martillos, machetes...

Reparación: Te permite reparar tus objetos, como armas y armaduras. Además indica con que calidad saldrán los objetos que tu fabriques.

Ciencia: Habilidad poco explotada en mi opinión sirve principalmente para hackear terminales, vamos como ganzúa pero en informática.

Armas pequeñas: igual que el resto de habilidades de armas pero esta vez armas de tamaño pistola o rifle/escopeta.

Sigilo: Cuanto más sigilo mas difícil será descubrirte llendo sigiloso, además indica también tu habilidad para desvalijar bolsillos o robar objetos.

Conversación: indica tu labia y habilidad de manipulación, muy pero que muy útil.

Desarmado: hablando en plata indica tu habilidad en combate a ostia limpia.

Bueno y eso es la personalización inicial de tu personaje (además de una caracterización física casi infinita dudo que nadie pueda crear dos personajes exactamente iguales ni a propósito).

El juego cuenta con unos gráficos y una ambientación de 10, increíble, pasmoso, y el estilo de manejo shooter le da mucho mas realismo y provoca que te metas más en el personaje, hay numerosas ciudades y puestos por el yermo pero también está plagado de necrófagos (algunos son como leprosos que aun rigen y otros son poco más que zombis que saben correr) animales mutados, saqueadores... el yermo es un lugar peligroso, el juego son 40 km cuadrados trabajados al detalle. Increíble, cuentas con una brújula y tu percepción indica algo importante, cuando se aproxima algún ser hostil te lo indica en la brújula ¿a qué distancia? depende de tu percepción.

El mundo es inmenso y casi imposible de explorar entero a no ser que quieras echar horas y horas y horas, muchísimos guiños frikis... El equipo que vas recogiendo se encuentra en distintos estados y puede ser reparado un arma dañada hace menos daño tiene menos precisión y a veces se encasquilla.

Cada vez que subes de nivel puedes repartir 10+inteligencia puntos de habilidad entre las habilidades antes citadas, y pillar una dote especial, algunas dan más puntos de habilidad en ciertas ramas otras te permiten subirte un atributo, otras hacen que hagas 5% más de daño con armas.... El límite de nivel es 20, ¿modos de conseguir experiencia? depende de gustos, realizando misiones que hay de infinita índole y de hecho la mayoría se pueden resolver de varias maneras, explorando también, superando tiradas de conversación o desactivando trampas.... llegue a subir nivel y medio sin disparar ni una sola bala ni dar un solo golpe, quizás esa sea la principal baza para afirmar que pese al sistema de combate y manejo no deja de ser un juego de rol.

La libertad de acción es infinita puedes ser el mayor cabron del mundo o un santo o un trotamundos neutral eso lo definirán tus acciones y en función de ellas los habitantes del yermo se fiaran de ti o los criminales te consideraran uno de los suyos.
Puedes fabricar y reparar armas, comerciar, manipular... es impresionante una libertad de acción apabullante.

Luego puedes en tus correrías por el yermo encontrar aliados, hay hasta 8, unos se te pueden unir si llevas a cabo actos concretos, otros depende de tu karma, otros se te unen sin más, no obstante si eres un solitario también existe esa opción, aunque es más dura, yo por ejemplo voy solo con un perro que encontré, me acompaña siempre, aparte de combatir a mi lado y causar un daño considerable y tener un aguante decente tiene mayor percepción que yo, cuando se aproxima una amenaza me avisa con un leve gruñido, puedo decirle buen chico o malo dependiendo de como quiera que actué, darle un estimulante para sanarle si se encuentra herido (aunque recupera salud rápidamente tras cada combate) también puedo pedirle que busque munición, armas, medicinas, drogas o alimentos en las inmediaciones para mí. En otras ocasiones cuando te vas a meter en un tiroteo tremendo o en una misión de infiltración no te conviene tener un perro valiente pero kamikaze contigo, para ello puedes pedirle que te espere donde esta o que valla a la puerta del refugio 101 (lugar de partida del juego).


Aqui dejo el link a la pagina oficial del juego: Fallout 3

El Lobo, entrada 2


ENTRADA 2

Se tapo la boca con la mano para ahogar el sonido de una tos seca, el encuentro le había pillado por sorpresa y le estaba costando recuperar el aliento, tanta acción y tan poco descanso empezaba a pasar factura.

La habitación parecía abandonada hace tiempo, con mucho polvo aquí y allá, la mesa estaba volcada donde debió de caer hace ya bastante tiempo, un espejo roto… sin duda el que lo rompió ya había cumplido su cupo de mala suerte para toda una vida… pero quien no en estos tiempos… . La ventana estaba apuntalada pese a ser un segundo piso, un ejercicio fútil, jamás habrían llegado tan alto por fuera, pero en cambio por lo visto lograron entrar por abajo, mas les habría valido reforzar con esos tablones el piso bajo, un armario empotrado y una puerta en la pared de la derecha completaban la habitación.

El armario estaba entreabierto y se oía un fuerte zumbido, como de varios insectos, además un fuerte olor a putrefacción rezumaba de aquel lugar, su primer pensamiento aunque fugaz fue un podrido, pero no, se haberlo sido ya se habría levantado con el ruido y su simple presencia, hace tiempo que se dio cuenta de que esas cosas parecían capaces de detectar gente viva a cortas distancias sin necesidad de oírlos ni verlos.

Lo que le llamo la atención sin embargo fue la puerta, parecía sólida, había un rastro de polvo menos reciente desde la puerta de la habitación a esa otra puerta, además unas marcas de golpes salpicaban la puerta, la cual no obstante parecía haber resistido estoicamente aquellos embates.
Bardo estaba pegado a aquella puerta moviendo el rabo inquieto, lentamente y sin hacer ruido Lobo se fue aproximando a la puerta, y algo se le cruzo por la mente, un ligero aroma que el conocía muy bien… ahora entendía porque Bardo había corrido hasta allí… ese aroma… perro idiota… visiblemente inquieto apoyo la oreja en la puerta, y tras unos ligeros golpes escucho en espera de cualquier respuesta… nada, por unos instantes dudo que hacer, la puerta estaba claramente cerrada por dentro con algún tipo de pestillo, ergo las ganzúas no le iban a servir de una mierda, a machetazos podría separar la parte del pomo del resto de la puerta, pero no sabia a que altura estaría el pestillo, así pues la opción mas viable quizás fuese la menos sutil… y estando en territorio enemigo sin asegurar no le hacia ninguna gracia, aun así aquel olor le impedía irse sin mirar, se intuía que se iba a encontrar, pero no podía irse sin comprobarlo, tenia que estar seguro.

-Bardo vigila la puerta- Obediente el perro se aproximo a la puerta del pasillo y se quedo allí expectante.

Volviendo su atención a la puerta cerrada retrocedió un paso, levanto la pierna y le propino un sonoro patadón, se noto como se movía ligeramente en el marco, iba a necesitar mas insistencia, esta vez unos metros, aproximándose para su desagrado al armario, cogió carrerilla y cargo son sus espaldas dignas de jugador de rugby y sus noventa y tres kilos de peso contra la puerta, que salto arrancada de sus goznes.

El topetazo le dejo aturdido unos cortos instantes, enseguida reacciono y de un salto se puso en pie y observo la escena… y deseo no haberlo hecho. Una niña de apenas cinco años yacía en el suelo, en posición fetal, estaba allí, sobre la alfombrilla, al lado de una bañera con agua estancada, y un retrete muy usado, y por el suelo varios envases de herbal essence, eso era lo que había llamado la atención al perro, era la misma marca que usaba… bueno, no era tiempo para recordar, la niña debió de usar aquel potingue para mitigar el asqueroso olor de aquel servicio, debió de impregnarlo todo para evitar ahogarse en la peste de aquel cuartucho pequeño sin higiene ni ventilación alguna.

Perdido en sus cavilaciones empezó a oír algo, un ligero murmullo proveniente de la niña… ¿Podía ser verdad? ¿Estaba viva?, Lobo se aproximo expectante pero se detuvo en seco, fijándose con más detenimiento vio algo que le quito toda la esperanza, claro que no la había notado respirar… en la pierna tenia un mordisco, se incorporo lentamente, de manera tambaleante, con la boca entreabierta, Lobo agradeció para sus adentros que el pelo le tapase la cara, eso facilitaba mucho su trabajo, lentamente, sin sentimiento, hizo lo que había sido su trabajo los últimos años, saco su desert eagle, se paro un instante a comprobar que el silenciador estaba bien calado, y lentamente apunto a la cabeza a la niña, debía de haber cambiado hace poco, no se levanto ante los golpes y ahora estaba especialmente desorientada, otra ventaja, otro factor que lo facilitaba, con esto en mente le descerrajo un tiro en plena cabeza, abriendo un agujero del tamaño de uno de los puños de aquella niña, y tras un ligero murmullo se dio la vuelta en dirección a su perro, al pasillo, iba a registrar la casa en busca de un lugar seguro para dormir, pero seria lejos de esa habitación, mañana partiría y se obligaría a no pensar en este suceso, y a la larga no tendría ni que esforzarse, al fin y al cabo había hecho cosas peores a gente viva… ese pensamiento no le calmo… .

Su susurro fue ‘’réquiem in pax’’

viernes, 6 de febrero de 2009

El Lobo, entrada 1


Breve prologo: Buenas, este relatillo, bastante cutre pero que personalmente me gusta, lo empece a escribir como relato secundario para cuando me atascaba en otras historias mas elaboradas, gira en torno a un mundo creado por el escritor Manel Loueiro, para mas informacion este es el foro de la comunidad que se ha formado en torno a su obra: http://apocalipsiszombie.com/ el relato es un relato paralelo de un superviviente mas, sin mas preambulos dejo aqui la primera entrada:


ENTRADA 1

La noche empezaba a caer, miro a su alrededor, campo a ambos lados, el verde oscuro del césped y el movimiento de los árboles unido al cielo nublado daba al ambiente un cariz melancólico, bastante acertado teniendo en cuenta todo lo que había pasado. Una gota le golpeo en la nariz, alzo su vista al cielo mientras empezaba a chispear, abrió los brazos dando la bienvenida a esa lluvia, siempre había sido una persona de frío, de monte, la lluvia le revigorizaba, pero durante un segundo se abstrajo, se quedo mirando el cielo, pero con la vista perdida muy lejos… hace meses, cuando esto empezó, y en ese momento oyó algo, bajo la vista, su perro, ladrando, aun abstraído dedico unos minutos a fijarse en que de no haber sido por su perro habría muerto varias veces, ese precioso husky de buen tamaño y porte, con un ojo de cada color... .

-¿Que sucede Bardo?- lo pregunto con un susurro mientras inclinaba ligeramente la postura y sacaba del cinto el enorme machete campero que llevaba con el- llévame- ante esta palabra el husky empezó a correr campo a través seguido de su dueño, el cual ya tenia en una mano el machete y en la otra su desert eagle.

Pocos minutos después, tras una breve carrera por mitad del campo llegaron a lo que parecía un viejo mesón, plantado ahí, en mitad de la nada, había una pequeña carretera y a un lado de ella estaba el mesón, tenía dos pisos de alto, una enorme puerta de madera ligeramente entornada… y un charco de sangre en la entrada. Por un momento pensó en irse, pero estaba oscureciendo y no le hacía gracia pasar la noche a la intemperie, aun le quedaba una ora de luz aproximadamente, si se daba prisa podría inspeccionar el lugar y descansar bajo techo, y quizás con algo de suerte encontrar víveres, y con mucha suerte algún superviviente… aunque lo dudaba enormemente. Mientras pensaba esto de repente vio atónito como su perro salía escopetado hacia dentro del mesón.

-¡Bardo no, vuelve!- tenia el corazón en un puño, su perro su única compañía en todo este tiempo acababa de cometer una imprudencia que podía costarle la vida… y que cojones, a los dos, ya que no pensaba dejarle atrás, con ese pensamiento en mente corrió hacia dentro del mesón en pos de su perro. Al abrir la puerta de par en par un olor a podredumbre y putrefacción asalto sus fosas nasales, aun ligeramente aturdido miro a su alrededor, acababa de entrar a lo que parecía la recepción del lugar, una sala amplia, con varios sillones cómodos, de ambientación rustica, pero lo que mas le llamo la atención fue aquello, cinco cadáveres medio descompuestos tirados por el suelo, con varios agujeros de bala en el cuerpo, permitiéndose un momento de reflexión cayo en la cuenta de que el que hubiese hecho aquello no tenia mucho conocimiento de armas, ya que había malgastado una importante cantidad de munición.

-¡Bardo!- lo dijo con tono firme pero ligeramente apagado- no me seas imbecil, vuelve- espero unos segundos, pero no volvió.

Camino despacio hacia el mostrador, con paso firme pero ligero, típico de los militares en terreno enemigo, bordeo lentamente el robusto mueble, y al llegar a la apertura con un paso rápido encaro la zona trasera del mostrador apuntando con su arma, arqueo ligeramente el gesto, pese a la experiencia nunca le resultaría agradable encontrarse esas sorpresas, lo que allí había era un hombre de mediana edad, con un enorme mordisco en el hombro, y un balazo en la sien, por la posición del cadáver estaba claro que había sido suicidio. No le dedico mas que unos instantes, ya que la angustia crecía en su interior, le empezaba a temblar el pulso, no sabia que haría si no encontraba a Bardo, aguzo el oído pero no consiguió oír nada, en la recepción había una puerta cerrada, y unas escaleras que subían, evidentemente no habría ido por la puerta, así pues empezó a subir las escaleras, con sigilo y atento a cualquier movimiento.

Al llegar al piso de arriba se detuvo, miro a ambos lados, varias puertas, pero por suerte solo dos de ellas abiertas, al final del pasillo de la izquierda, lentamente avanzo hacia allí, llego a la primera puerta entornada, con una mano sujeto la pistola, y con la otra empujo levemente la puerta, se abrió lentamente, con un ligero crujido. Pero oyó algo mas, no había sido uno sino dos crujidos, se giro en redondo, pero era tarde, un enorme cuerpo putrefacto de aproximadamente dos metros y constitución robusta se le cayó encima, no se esperaba el embate, no pudo evitar caer de espaldas al suelo, la costalada le provoco un ramalazo de dolor por todo el costado, el ser le agarro de los hombros y se inclino sobre el para morderle, mientras Lobo empleaba los antebrazos para mantener esas fauces alejadas de el, siempre había sido un hombre fuerte, iba al gimnasio habitualmente y estaba entrando para el combate, pero esa mole putrefacta pesaba demasiado además de tener una tremenda fuerza, echo un rápido vistazo alrededor, la pistola se le había caído de la mano, y no podía alcanzar el machete, la cosa pintaba mal, empezó a tensar sus músculos, lo máximo posible, poco a poco fue alejando aquellas voraces fauces de su cara, centímetro a centímetro le alejo, le empezaban a arder los antebrazos del esfuerzo, y en ese momento dejo por un instante de hacer fuerza con la mano derecha, el ser ladeo la cabeza, y nuevamente hizo toda la fuerza que pudo, se oyó un sonoro chasquido, y el enorme ser cayó hacia atrás, Lobo aprovecho para sacar su machete y de un golpe le abrió la cabeza a la mitad como si de un melón se tratase, se irguió lentamente, dolorido por el forcejeo y vio a su perro saliendo de la habitación que el acababa de abrir, no parecía herido, movía el rabo, expectante, como pidiendo a su dueño que le siguiese, lentamente empezó a seguirle tras recoger la pistola.

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Ire poniendo una entrada semanal.